Yo había venido a hablar de Comiviajeros
28 marzo, 2019
Esta entrada llevaba escrita algún tiempo pero, no sé por qué, no me había decidido a publicarla hasta ahora.
¿Alguna vez habéis tenido la gran fortuna de trabajar al lado de verdaderos profesionales? Yo sí. Y de verdad, creedme, es una suerte y una oportunidad que no se puede dejar escapar. No hablo sólo del mundo del Social Media, que también, ya que gracias al master estoy conociendo a la gente más válida y reconocida del sector, sino en cualquier esfera profesional.
Cuando te rodeas de profesionales se respira esa gran capacidad de trabajo, de colaboración y de compañerismo. Un verdadero profesional jamás rivalizará con sus compañeros por ser mejor en el trabajo que los demás. Al contrario. Los verdaderos profesionales se apoyan unos en otros para conseguir sus objetivos de una manera mucho más enriquecedora. Pero cuando realmente he sido consciente de que estaba trabajando con profesionales como la copa de un pino ha sido cuando he comprobado en propia piel que el director general de una empresa es capaz de reconocer que hay ciertas cosas que no controla y buscar la opinión de alguien más jóven y con menos experiencia que él en todos los ámbitos, reconociendo así su valía profesional. O cuando un (recién estrenado) compañero se remanga la camisa sin reparo alguno para solucionar un problema que te a ti definitivamente te viene grande. Puede que yo sea «nueva», pero en los dos años que llevo trabajando, no había visto nunca algo así. Y me fascina.
Creo que realmente todas las empresas funcionarían mucho mejor si el trabajo de todos se apoyara en el de los demás. Dos, tres, cuatro cabezas piensan mejor que una, y hace tiempo que la ley del «porque lo digo yo» no se lleva. Es algo mucho más fácil de aplicar en StartUps, porque suelen ser estar formadas por gente joven, pero si las empresas grandes, ancladas en los sistemas autoritarios que sólo generan rivalidad y competitividad entre sus trabajadores, se aplicaran el cuento, creo que a todos nos iría mucho mejor.
¿Qué pensáis? ¿Habéis tenido como yo alguna vez un jefe autoritario que no aceptaba las opiniones de sus trabajadores?
4 comentarios
Comment by Cristian Cantizano
Cristian Cantizano 1 abril, 2013 a las 23:03
En primer lugar enhorabuena por tu blog Ángela,
Sobre el tema que comentas, no puedo estar más de acuerdo. Sin duda, la colaboración entre empresas es el camino al éxito, así mismo el apoyo mutuo entre profesionales (como bien indicas).
El pensar hacer «la guerra por tu cuenta», es un craso error, sobre todo en el mundo TIC (al que pertenezco), dónde es imposible tener el conocimiento absoluto y dónde gracias a Dios (en su mayoría) prevalece el criterio de la colaboración, tan necesaria esta para el correcto desarrollo de nuestra actividad diaria.
Un beso y lo dicho, sigue escribiendo así que tienes un blog muy interesante!
Comment by angelaolea
angelaolea 1 abril, 2013 a las 23:09
Es un verdadero placer recibir un comentario tuyo Cristian, muchas gracias. Que un profesional de los de verdad aparezca por aquí es genial 🙂
Supongo que el mundo de las TIC la colaboración no sólo entre compañeros, también entre empresas, se hace imprescindible por la cantidad de conocimiento que manejáis a diario. Quizá por eso hasta que no me he sumergido en él, no he sido realmente consciente de lo importantes que son el compañerismo y y el apoyo mutuo 😉
Lo dicho, otro beso enorme para ti, muchas gracias, y espero verte por aquí a menudo 🙂
Comment by Sebastián
Sebastián 1 abril, 2013 a las 23:10
Hola,
Me encantó tu articulo y creo que es correcto lo que dices. El ego una vez más presente en las personas, termina siendo su ruina personal y profesional. Lamentablemente es muy contagioso y tambien perjudica a la empresa.
Me alegra ver que gozas de un ambiente de trabajo «ego-free». Yo encontre el mio y qué bueno que es pal’cuerpo 🙂
Saludos y gracias por el post!
Sebas
Comment by angelaolea
angelaolea 1 abril, 2013 a las 23:13
¡Hola Sebas!
La verdad es que me siento muy afortunada por tener la suerte de trabajar con verdaderos profesionales, de esos que no dudan en compartir su conocimiento con los demás y cuya máxima es el compañerismo y la mutua colaboración. Al final todos aprendemos de todos y eso es lo realmente importante. El ego no lleva a ningún sitio.
Muchas gracias a ti por tu comentario! 😉
Un abrazo