Yo había venido a hablar de Comiviajeros
28 marzo, 2019
Acabo de entregar mi proyecto de final de Master. ¡Por fin! Es un proyecto apasionante, con el que he disfrutado muchísimo, pero los últimos días han hecho que termine odiándolo un poquito (solo un poquito y sé que se me pasará en unas horas). Después de un último mes lleno de días sin dormir las horas suficientes y momentos en los que pensaba que no iba llegar, he llegado.
Hacía algo menos de un año que sabía que tenía que entregar el proyecto, pero supongo que siempre nos pasa lo mismo. Nos organicemos como nos organicemos, irremediablemente nos pilla el toro. Y encima, esta vez yo no me he organizado NADA bien. En las últimas semanas se me han juntado cantidades ingentes de trabajo que he tenido que aprender a gestionar sobre la marcha para poder sacar cualquier minuto del día y ponerme a trabajar en el proyecto.
En este post, me gustaría daros algunas claves que a mí me han venido bien para no desesperar en el desarrollo en un proceso tan complejo. La verdad es que hay detalles del proyecto que habría mejorado si hubiera tenido algo más de tiempo, pero lo importante es que está presentado, y está bien (que no perfecto 😉 ). Espero que estas pautas también puedan seros de ayuda si estáis emprendiendo un proyecto, aunque no sea de Social Media. Comenzamos:
1. ORDEN. Es básico que seamos organizados, sobre todo a la hora de exponer las ideas. Sé que suena a tópico, supongo que como cada una de las cosas que os voy a decir, pero tienes que procurar organizarte bien los conceptos en la cabeza. Si te sirve, quizá sea de ayuda escribir en un esquema los puntos más importantes a tratar para que tengas un hilo conductor sobre el que desarrollar cada uno de los conceptos.
2. APOYOS. Todos tenemos siempre un amigo o un compañero en el que apoyarnos un poquito (sin abusar, por supuesto). Quizá no pueda ayudarnos con el proyecto en sí, pero es muy probable que sepa hacernos entrar en razón cuando pasamos por esos momentos tan duros en los pensamos: «no llego».
3. TRABAJA CON OBJETIVOS. Es importante que te vayas marcando pequeños objetivos antes de la entrega. Es difícil saber con exactitud cuanto tiempo vamos a emplear en desarrollar cada punto, porque siempre hay imponderables (sobre todo para alguien como yo, que se exige el 300% en todo lo que hace), pero ve marcándote pequeñas metas, por ejemplo: «antes de ir a dormir tengo que terminar el punto 3». De esta manera serás más productivo y además estarás satisfecho cada vez que completes uno de esos pequeños logros.
¡CUIDADO! Procurad establecer metas objetivas y realistas, porque si no conseguiréis el efecto contrario: frustraros. Es mejor que os propongáis poquito y acabéis haciendo más, que no al revés.
4. DISTRIBUYE BIEN EL TIEMPO. Cuando empieces a trabajar en el proyecto calcula bien el tiempo con el que cuentas, haz una pequeña estimación sobre lo que te ocupará (en tiempo) completar cada apartado y en base a eso configura un pequeño calendario de distribución de recursos, dejando para aquellos días en lo que te va a ser más difícil trabajar (porque tienes otras cosas que hacer), aquellos puntos que te resulten más fáciles o que requieran menos esfuerzo.
5. NO TRABAJES DE MANERA LINEAL. Esto es algo que a mí me ha costado mucho aprender. Cuando te embarcas en un proyecto que finalmente tendrá casi 200 páginas, no puedes pretender empezar en el principio y llegar de forma lineal al final. Básicamente porque en medio te atascarás en algún punto y no te podrás permitir estar parado hasta que vuelva la inspiración.
Mi recomendación es que crees documentos estancos con cada apartado y que vayas completándolos según vayas estando inspirado. Si hoy no puedes acabar el punto 4, pero tienes una gran idea para el 8, DESARRÓLLALA.
6. APUNTALO TODO. Cuando se te ocurra una idea, por muy tonta que te parezca, escríbela. Si no lo haces, es muy probable que cuando quieras utilizarla se te haya olvidado. Me ha pasado muchísimas veces y es frustrante. Hay ocasiones en las que incluso me levanto de la cama en plena noche (sí mi cerebro también trabaja por mí mientras duermo :P, y sí, SOY UNA FRIKI ) para guardar en Evernote alguna nota mental que necesito conservar en un lugar menos volátil que mi cabeza.
7. SEPARA APARTADOS. No hay nada más difícil que enfrentarse a una página en blanco. Para evitar hacerlo, procura comenzar haciendo una pequeña tormenta de ideas casera sobre cada uno de los apartados en los que has dividido tu proyecto. Cuando llegues a cada uno de ellos ya tendrás algo de lo que tirar para empezar a escribir.
8. SI NO TIENES IDEAS, LEE. Es muy normal que en algún punto (o en varios) nos quedemos atascados. Cuando te pase eso, si puedes permitirte parar y salir a dar una vuelta, hazlo. Si no, ponte una canción que te motive, esta es la que me motiva a mi :P. Si tampoco lo consigues así, lee. Pregúntale a Google tus dudas (Google lo sabe todo) y leyendo las respuestas que te dé te darás cuenta de que sabes más que él y de que necesitas contarlo en tu proyecto 😉
9. SI AUN ASÍ NO TE SALE, PASA A OTRA COSA. No pierdas el tiempo dándole vueltas a lo mismo si no te sale algo. Es mejor que pases a algo más fácil o que sí que tengas claro. No te obceques, seguro que mañana te sale solo.
10. REPASA LO QUE HAS ESCRITO UNOS DÍAS DESPUÉS. Este es uno de los puntos más importantes, releyendo lo que escribimos cuando ya está frío, somos capaces de detectar más fácilmente los errores que hemos cometido. Hazlo, funciona.
Estos son mis 10 trucos ¿tenéis alguno más? ¿Cuáles son los vuestros? ¡Contadme!
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