Todavía nos encontramos con empresarios que están empeñados en que las redes sociales no son para ellos, o peor, que no son para su empresa. «Es que mis clientes no están ahí«, es lo que suelen alegar la mayoría . Este post tiene como objetivo último convencer a todas esas personas que aún hoy siguen mostrándose escépticas frente a las redes sociales de que se están equivocando. Y lo peor de todo: que están perdiendo un tiempo valiosísimo.

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Twitter es en la actualidad una de las redes sociales más valoradas y empleadas por los usuarios que emplean este tipo de plataformas de una forma profesional. En muy poco tiempo, se ha creado alrededor de la red social de los 140 caracteres toda una comunidad que participa en infinidad de conversaciones, incluidas las de las empresas. Para las cuales, Twitter se ha convertido en una herramienta de comunicación y marketing tan eficaz que se perfila como fundamental en cualquier campaña de marketing actual.

Gracias a Twitter llegamos a nuestros consumidores/clientes de una forma rápida y directa a través de un canal que, además de fácil de usar, es bidireccional y por lo tanto nos otorga la capacidad de saber qué piensan en el otro lado. Probablemente es ahí donde reside ese miedo a lanzarse a las redes sociales. «Es que me van a poner verde«. Bien, veamos, si quieren «ponerte verde», lo van a hacer igual, si no es a través de tu perfil de Twitter, será en un blog, en Facebook, en el propio Twitter o en cualquier otro tipo de foro social online y offline. Si lo hacen en nuestras propias plataformas tenemos la capacidad de tenerlo controlado y de solucionarlo.

De forma esquemática podemos resumir los beneficios que aporta Twitter a una empresa de la siguiente manera:

– Aporta una mayor visibilidad de la empresa online y por lo tanto ayuda a generar y consolidar la imagen de marca.

– Mejora la reputación. El hecho de que nos expongamos a las críticas hace que el usuario valore a la empresa positivamente. Esa transparencia de la que debemos hacer gala en las redes sociales consigue que los clientes tengan una mejor imagen de la compañía.

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– Interacción con nuestros clientes/consumidores. Twitter nos da la oportunidad de dirigirnos a nuestro público objetivo de una manera más informal, dinámica y divertida. Eso otorga frescura y refleja una imagen de marca innovadora y moderna.

– Escuchar a nuestros clientes. Las redes sociales son conversaciones, no podemos olvidarnos de eso. Al final, lo realmente importante es darle al consumidor la capacidad de expresar sus opiniones, necesidades y demandas, que además revertirán en una consecuente mejora de la empresa y de la percepción que los clientes tienen de ella. Conocer más a nuestro target es una ventaja que no podemos desaprovechar.

– Clientes potenciales. El hecho de entrar en contacto con una audiencia tan amplia nos ofrece la posibilidad de ampliar nuestra red de clientes potenciales. Podemos dejar ese «poso» y es muy probable que acudan a nosotros cuando necesiten los servicios/productos que ofrecemos.

– Las redes sociales, y en concreto, Twitter, humanizan la labor de las empresas y hace que demostremos que detrás de todo ese trabajo están las personas que integran la compañía. Antes de la revolución Social Media existía un muro enorme (que permanece aún en algunos casos) entre la empresa y su cliente, algo que dificultaba infinitamente la comunicación entre ambas partes.

– A medio/largo plazo, Twitter es una de las herramientas de marketing más rentables que existe. Es gratuita (tenerla, que no mantenerla 😉 ), por lo tanto, todo lo que ganemos con ella se convierten en beneficios.

– A diferencia de otras redes sociales, Twitter es una plataforma abierta y pública, y por lo tanto, cualquier persona (sin necesidad de tener una cuenta) puede consultar la información que allí se publica. Y está demostrado que actualmente los usuarios de esta red social la emplean para estar al tanto de las novedades de las empresas y sus productos.

Como hemos podido comprobar, los beneficios son casi infinitos. Sin embargo, no nos confundamos, las redes sociales no funcionan solas. Para que todo este engranaje de sus frutos es imprescindible contar con profesionales que conozcan la plataforma y sepan exprimir todas sus posibilidades. Por eso, empresas del siglo XXI, si están pensando lanzarse a Twitter, no se lo encarguen al becario, a su hijo que sabe de Facebook o al informático de turno que se maneja muy bien en Internet 😉

¿Todavía queda alguien con dudas? 😛